La protesta fue organizada por la Inner-City Muslim Action Network como un lugar para escuchar las "voces, historias y brillantez creativa" de las comunidades más en riesgo bajo la administración Trump.
La mezquita Masjid al-Rabia celebró su primer servicio menos de un mes después de la elección del presidente Trump y se ha encontrado en el punto de mira tanto de grupos antimusulmanes como anti-LGBT.