Los residentes del lado sureste esperan que el sitio tóxico se transforme en un espacio multiusos que satisfaga las necesidades de la comunidad, pero la rehabilitación podría llevar años.
De niña, Yessenia Balcazar recuerda haber pasado por laAcme Steel Coke Plant. Varios años después, la residente de toda la vida del lado sureste todavía sigue pasando por las instalaciones abandonadas de camino al trabajo.
Desde la transitada carretera al este de la planta, lo que quedó atrás le recuerda el pasado del sitio: edificios en ruinas, un par de chimeneas con grafiti y una valla metálica a lo largo del perímetro del sitio de 104 acres.
Mientras que la Agencia de Protección Ambiental se prepara para limpiar el sitio tóxico en 11236 South Torrence Ave., la agencia se reunió con miembros de la comunidad en South Deering el jueves para discutir ideas de reurbanización para la planta que se retiró en 2001. El sitio es ahora uno de los sitios de residuos más tóxicos en el país.
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Los restos de la planta de coque de Acme han sido un rasgo definitorio de la comunidad de Balcazar. Ahora, espera que los recientes planes de limpieza federales inicien la revitalización del lado sureste.
"La reutilización de estos terrenos abandonados está cambiando la narrativa del lado sureste y su historia de ser una zona de sacrificio," dijo.
En marzo, la EPA incluyó la propiedad de Acme en su lista del Superfund tras años de promoción por el Southeast Environmental Taskforce. Su designación como Superfund significa que es uno de los vertederos más tóxicos del país. El sitio se limpiará antes de ser remodelado para eliminar el riesgo de exposición de los residentes cercanos.
La planta de coque funcionó durante unos 100 años y dejó compuestos orgánicos semivolátiles (SVOCs, por sus siglas en inglés), cianuro, mercurio, y benceno que siguen planteando riesgos para la salud a largo plazo para la comunidad circundante, según las evaluaciones de la EPA. La contaminación en el sitio podría contaminar cuerpos de agua superficiales como los humedales y el río Calumet. Las evaluaciones también hallaron algunos contaminantes en el río Calumet, el Indian Ridge Marsh, y las aguas subterráneas del sitio.
En un taller comunitario anterior, el toxicólogo de la EPA Keith Fusinski dijo que las personas pueden estar expuestas a la contaminación si traspasan el sitio del Superfund y aconsejó a la gente a permanecer fuera del sitio y seguir las advertencias del Departamento de Salud Pública de Illinois del Sistema del Río Calumet para pescar para reducir el riesgo de exposición.
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El siguiente paso importante que dará la EPA es llevar a cabo una investigación correctiva, que podría llevar años y que implica evaluar el alcance de la contaminación dentro y fuera del sitio. Los resultados de la investigación determinarán el tipo de limpieza y su duración. La EPA aún no ha fijado una fecha de inicio, pero espera que sea en 2025. La agencia sigue investigando a las partes potencialmente responsables para cubrir los costos de la investigación y la limpieza, dijo el Coordinador de Participación Comunitaria de la EPA, Phil Gurley.
Según la EPA, los sitios del Superfund deben volver a tener un uso productivo aunque muchos han tardado décadas en remediarse.
Defensores de la justicia medioambiental como Balcazar, que viven cerca de tres corredores industriales, han estado reclamando inversiones en la comunidad para revitalizar los terrenos tóxicos abandonados y abordar los riesgos medioambientales y sanitarios que plantea la actividad industrial cercana.
"Este es realmente el comienzo de lo que será un largo proceso," dijo Balcazar, quien trabaja como gerente superior de planificación comunitaria resiliente para SETF. "Aquí es donde ocurre ese trabajo apasionante e imaginativo."
Los funcionarios de la EPA celebraron la reunión comunitaria junto a la planta Acme Steel Coke, en Big Marsh Park. El terreno fue alguna vez un vertedero de las plantas industriales de los alrededores. Hoy viene gente de toda la ciudad a recorrer los senderos para bicicletas todoterreno y disfrutar del centro medioambiental.
Balcazar espera que cuando pase por la antigua planta de coque de Acme en el futuro, pueda ver a la comunidad disfrutando de las áreas naturales y los senderos que conectan Big Marsh Park y el río.
Durante la reunión comunitaria, los residentes del lado sureste compartieron ideas para el futuro del sitio, entre ellos Marcie Pedraza, quien imagina las instalaciones que los residentes cercanos necesitan, como un centro de salud o un centro comunitario para actividades artísticas y culturales.
David Barboza, residente del lado sureste y defensor de la justicia medioambiental, espera ver un espacio que mejore la salud de la comunidad, como un espacio de uso mixto con senderos a lo largo de la vía fluvial "que pueda ayudar a las personas a ser más activas físicamente."
Cheryl Johnson, directora ejecutiva de la organización por la justicia medioambiental People for Community Recovery, dijo que la vivienda es una necesidad en la comunidad que el nuevo desarrollo podría abordar. Sugirió la construcción de edificios de uso mixto, "pero hay que garantizar que se limpien con los estándares más altos para criar familias," dijo a los funcionarios de la EPA.
Balcazar es optimista sobre el futuro del sitio, señalando el éxito de Little Village Environmental Justice Organization en conseguir La Villita Park, un centro comunitario en Little Village que alguna vez fue un sitio Superfund. El sitio fue sede del fabricante de asfalto Celotex y estaba contaminado con contaminantes cancerígenos. Tuvieron que pasar dos décadas de limpieza y construcción antes de que el parque abriera sus puertas a la comunidad de Little Village.
"Ha tardado mucho en llegar." dijo Balcazar sobre el sitio de Acme. "Han sido años de trabajo en el frente de base."
Aydali Campa es miembro del Report for America corps y cubre temas de justicia medioambiental y comunidades inmigrantes para Borderless Magazine. Envíale un correo electrónico a aydali@borderlessmag.org
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