Sims Metal Management y la EPA afirman que la empresa de reciclaje no produce contaminación peligrosa. Pero los residentes dicen que su salud está en juego.
Los manifestantes se reunieron frente a la municipalidad de Chicago el lunes para exigir que la ciudad no apruebe un permiso para las instalaciones de Sims Metal Management en el vencindario de Pilsen, que recicla chatarra.
Los miembros de Southwest Environmental Alliance dijeron que querian que el Departamento de Salud Pública de Chicago lleve a cabo una evaluación integral de los riesgos antes de conceder el permiso a Sims y que la ciudad tenga en cuenta los problemas medioambientales y sanitarios existentes en la comunidad. Pidieron al alcalde que cumpliera sus promesas de luchar contra el racismo ambiental y proteger lo que la ciudad denomina "comunidades de justicia ambiental," aquellas que ven mayores cargas de contaminación procedente de la industria y el tráfico.
"Queremos que el alcalde dé un paso al frente," dijo Theresa McNamara, presidenta de Southwest Environmental Alliance, una coalición de grupos del lado suroeste que incluye los vecindarios predominantemente latinos de Pilsen, Little Village y Back of the Yards. "Nos ha estado desatendiendo."
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El 8 de octubre, la ciudad emitió un borrador de permiso para continuar con las operaciones de trituración de chatarra en 2500 S. Paulina Street, declarando que la solicitud cumple con las normas de la ciudad para grandes instalaciones de reciclaje. La ciudad está aceptando comentarios del público sobre el borrador del permiso hasta el 7 de noviembre.
La portavoz del CDPH, Grace Adams, dijo que el departamento haría "los ajustes necesarios" al borrador del permiso tras el período de comentarios públicos.
El reciclador de chatarra fue demandado por el Estado de Illinois en 2021 por violar las normas federales sobre contaminación del aire. La Agencia de Protección Ambiental ordenó a Sims que instalara monitores de aire y ha estado recopilando datos sobre contaminantes potencialmente peligrosos de los monitores desde septiembre de 2022. Los monitores recopilan información sobre compuestos orgánicos volátiles, múltiples metales, y PM10, que pueden causar enfermedades cardíacas o pulmonares y están hechos por diversos materiales, como humo, hollín, y metales.
"La EPA requirió monitoreo del aire en Sims porque queremos que la comunidad tenga aire limpio", dijo un portavoz de la agencia. "La EPA entiende que la comunidad tiene preocupaciones de justicia ambiental y queremos ser receptivos."
Según la EPA, los datos del monitoreo de la contaminación atmosférica que han recopilado hasta ahora muestran que las emisiones de la empresa de reciclado de chatarra no causarían efectos en la salud a corto o largo plazo de la comunidad cercana a la instalación, pero los residentes cercanos quieren ver más controles de la contaminación atmosférica antes de que se otorgue otro permiso.
"Sims Metal lleva varios años trabajando con la ciudad de Chicago y el Estado de Illinois para mejorar los resultados medioambientales de su sitio en Pilsen; de hecho, el aire de nuestras instalaciones acaba de recibir el visto bueno de la EPA de los Estados Unidos," dijo un portavoz de Sims a Borderless Magazine.
Sims también dijo que la empresa completará la instalación de equipos de control medioambiental actualizados en las instalaciones antes de diciembre para mejorar la calidad del aire y minimizar las emisiones futuras. La EPA tiene planeado probar el equipo para enero de 2025.
"Esta renovación no cambiará nuestro enfoque en las asociaciones serias con nuestros vecinos y nuestra cooperación con todas las agencias federales, estatales y locales para cumplir o superar las expectativas operativas," dijo el portavoz de Sims. "La salud y la seguridad de la comunidad, en particular de los residentes cercanos, así como de nuestros empleados, siguen siendo nuestra prioridad número uno."
Brian McKeon, uno de los activistas presentes en la protesta, dijo que Sims y el estado también deberían medir las PM2.5 en el aire, que se derivan de carros y camiones, fábricas, combustión de madera, y humo. Los defensores del medio ambiente de la zona suroeste han expresado anteriormente su preocupación por la salud y el medio ambiente de su comunidad debido a las PM2.5 procedentes de los camiones que entran y salen de grandes instalaciones industriales como Sims.
Tres escuelas se encuentran dentro de un radio de una milla de la instalación de chatarra, un factor que la EPA y la ciudad deben tener en cuenta al evaluar los impactos ambientales y sanitarios de la contaminación de la instalación, dijo McKeon.
Los miembros de la comunidad presentes en la protesta también dijeron que la ciudad debería tener en cuenta el historial de infracciones medioambientales de Sim y los riesgos que representa para la ya sobrecargada comunidad de Pilsen a la hora de decidir si concede un permiso y realiza una evaluación integral de los riesgos.
Adams, del CDPH, dijo que una evaluación del impacto en la salud es una herramienta que el departamento utiliza para evaluar los impactos en la salud de la comunidad circundante para instalaciones nuevas o en expansión; sin embargo, Sims no propone operaciones nuevas o ampliadas en su solicitud de permiso que podrían aumentar los impactos de riesgo ambiental o para la salud.
La alcaldía no respondió a una solicitud de comentarios.
La presión de los miembros de la comunidad para mejorar la protección de la salud forma parte de un esfuerzo más amplio de los grupos de defensa ambiental para conseguir que la ciudad tenga en cuenta las condiciones ambientales existentes de las comunidades a la hora de tomar decisiones sobre permisos.
En 2022, el HUD descubrió que las políticas de permisos y zonificación de la ciudad eran ambientalmente discriminatorias y afectaban de forma desproporcionada a las comunidades de color en los lados sur y oeste. La agencia exigió a la ciudad que reformara sus políticas de planificación y zonificación para abordar el problema.
La ciudad ha empezado a trabajar, y el año pasado finalizó un estudio de impactos acumulativos, pero aún tiene que introducir una ordenanza sobre impactos acumulativos, que requeriría a los reguladores tener en cuenta los impactos colectivos ambientales y de salud que la operación de una instalación tendría en la comunidad circundante.
La evaluación identificó a Pilsen como una de las comunidades más afectadas por la contaminación y más vulnerables a sus efectos debido a la exposición ambiental, los problemas de salud existentes, y los factores socioeconómicos.
"Tengo una enfermedad pulmonar, y mi madre murió de una enfermedad pulmonar," dijo Mary Gonzales, una de las activistas en la municipalidad y residente de Pilsen desde hace mucho tiempo. "Y la razón por la que tengo una enfermedad pulmonar es porque vivo en el barrio en el que amo vivir."
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