Max Herman/Borderless MagazineDurante meses, activistas han vigilado la demolición de los silos de Damen para asegurarse de que se aplican y cumplen las medidas de protección medioambiental.
Un viernes de septiembre por la tarde, Kate Eakin y un fotógrafo voluntario con dron vigilaron la demolición de los silos de Damen. Captaron fotos y vídeos de lo que parecía ser polvo flotando sobre las torres de concreto que se estaban derribando, y enviaron algunas de ellas a la concejal Julia Ramírez (12º).
Es el tipo de mensaje que Ramírez había estado recibiendo de los residentes del suroeste que vigilaban la demolición de los silos históricos, un lugar que ha sido un marcador familiar de su hogar toda su vida.
"Algunas personas pueden sentir que es la cultura de denuncia," dijo Ramírez. "Creo que se trata simplemente de estos controles y contrapesos."
Noticias que ponen el poder en el punto de mira y a las comunidades en el centro.
Suscríbase a nuestro boletín gratuito y reciba actualizaciones dos veces por semana.
Eakin, director ejecutivo del McKinley Park Development Council (MPDC, por sus siglas en inglés), reclutó voluntarios para documentar el proceso de demolición desde que empezó en julio. Han estado apuntando teléfonos y drones a las torres centenarias, creando una red informal de vigilancia de residentes que monitorean la contaminación del agua y el aire.
Dicen que están interviniendo para subsanar las deficiencias en la supervisión de la compleja demolición en una comunidad ya agobiada por los riesgos industriales.
Eakin dice que las preocupaciones y el escepticismo sobre la supervisión de las demoliciones se derivan del historial de la ciudad en la gestión de demoliciones complejas.
El Departamento de Salud Pública de Chicago (CDPH, por sus siglas en inglés) emitió una orden de paralización temporal de las obras la semana pasada para investigar el polvo detectado por los inspectores municipales en el lugar y evaluar si los planes actuales de mitigación del polvo son suficientes, ya que la demolición se centra en la torre más grande que queda. Sin embargo, los trabajos se reanudaron el miércoles, según funcionarios municipales.
Eakin dijo que le complació saber que la demolición se había detenido tras detectar problemas.
"Esperamos que los cambios en el plan de demolición generen mejoras reales para proteger a los vecinos y los recursos naturales," dijo.
El año pasado, los escombros de la demolición del casino Bally's Chicago se derramaron en el brazo norte del río Chicago. En 2020, la implosión de una chimenea en Little Village generó una columna de polvo sobre el vecindario que los residentes atribuyeron a problemas de salud.
Hace tres años, Michael Tadin -propietario de una planta de asfalto que ha generado cientos de quejas desde 2018- compró al estado el terreno de 23 acres de Damen Silos por $6,5 millones.
La compra dejó a los residentes del suroeste preparándose para otra industria contaminante. El vecindario ya alberga una controvertida trituradora de chatarra, plantas de fabricación y un alto tráfico de camiones diésel.
Previo a la venta, los defensores presionaron para que el sitio se convirtiera en un recinto festivales, según informa Block Club Chicago.
Tadin dijo a Borderless Magazine que no hay planes para el futuro uso del sitio una vez concluida la demolición. También afirmó que los inspectores municipales han estado presentes durante todo el proceso de demolición y que no se ha producido ninguna infracción medioambiental desde que empezó la demolición.
Importancia histórica y demolición en curso
Construidos en 1906, los históricos Damen Silos se convirtieron en el primer rascacielos de Chicago, transformando la ciudad en un centro regional de intercambio agrícola. Durante 70 años, el grano fluyó por las estructuras que servían como elevadores de grano.
Incluso después de su cierre en 1977, las torres siguieron siendo emblemáticas. Han sido una visión familiar para los viajeros de la autopista Stevenson y la línea naranja, un telón de fondo para innumerables fotos de paisajes del horizonte de Chicago, y aparecieron en la película de Michael Bay de 2014, "Transformers: Age of Extinction."
Ahora, tras casi medio siglo abandonados sobre el río Chicago, casi han desaparecido.
Desde que comenzó la demolición hace tres meses, Heneghan Wrecking Company ha derribado los edificios que rodean los silos y gran parte de los mismos, lo que ha suscitado la preocupación de quienes vigilan la operación sobre si la demolición se está produciendo demasiado rápido para garantizar el cumplimiento de la normativa medioambiental.
El Department of Buildings (DOB, por sus siglas en inglés) de la ciudad y el CDPH están supervisando la demolición, y se espera que inspectores de ambas agencias estén presentes durante todo el proceso.
Según el CDPH, también pueden emitir multas por problemas relacionados con la contaminación atmosférica y la mala gestión de materiales. El contratista está obligado a reciclar o reutilizar al menos la mitad de los restos de demolición. La agencia también puede detener la demolición si los inspectores detectan polvo saliendo del sitio y si el control del aire muestra que los niveles de PM10, partículas finas y gruesas que pueden causar problemas respiratorios, superan el límite establecido durante dos días consecutivos.
Alfredo Romo, director ejecutivo de Neighbors for Environmental Justice (N4EJ, por sus siglas en inglés), con sede en McKinley Park, está preocupado por el polvo procedente de la demolición de las antiguas estructuras de concreto, especialmente en días ventosos y de mala calidad del aire.
Dijo que el CPDH también debería monitorear el aire para detectar partículas más finas, PM2.5, y quiere que los datos de control del aire se pongan a disposición del público.
Los monitores de aire sólo detectaron niveles elevados de PM10 en varios días durante los incendios forestales de Canadá, dijo el CDPH. Aún así, la agencia dice que no ha observado ninguna violación desde que comenzó la demolición a pesar de la pausa temporal.
"Se monitorea el PM10 porque es la mejor medida para determinar si el polvo está saliendo del sitio," dijo el CDPH.
Pero los miembros de Pilsen Environmental Rights and Reform Organization (PERRO, por sus siglas en inglés), afirman que han notado penachos de polvo procedentes de las operaciones de demolición a pesar de que lo estaban regando con mangueras.
Ajay Chatha, organizador de PERRO que ha estado monitoreando el avance de la demolición tres veces por semana, dijo que la pausa temporal permitió a los residentes respirar, pero no estaba seguro de cómo un plan actualizado protegería mejor a la comunidad cuando se reanudaran las obras.
Cuando se le preguntó acerca de las preocupaciones de la comunidad, la comisionada del DOB Marlene Hopkins dijo que la agencia dedicó a coordinarse con CDPH antes de emitir permisos de demolición en julio, desarrollando lo que llamó un marco integral basado en las lecciones aprendidas de demoliciones anteriores. La agencia dijo que las múltiples reuniones comunitarias permitieron a los residentes plantear sus preocupaciones sobre el control del polvo y otras protecciones ambientales, lo que, dijo, condujo a un plan de demolición más sólido.
"No podemos repetir los errores del pasado, ni lo haremos, y por eso las demoliciones complejas requieren una revisión rigurosa y la participación del público," dijo Hopkins. "No se trata solo de expedir permisos de acuerdo con el código, se trata de rendir cuentas e ir más allá de los requisitos mínimos cuando la seguridad de la comunidad lo exige."
Algunos vecinos también han expresado su preocupación por que la demolición se está realizando demasiado rápido, potencialmente omitiendo medidas cruciales para controlar el polvo.
El DOB dijo que el cronograma comunicado al público "siempre ha dependido del clima, y como las condiciones meteorológicas recientes han sido satisfactorias, han habido menos retrasos en las obras."
La agencia también dijo que una serie de pasos siguen a la demolición del edificio, incluyendo la limpieza de escombros, la clasificación y separación de materiales, el relleno de los cimientos abiertos y la nivelación del sitio.
Preocupaciones sobre el río
El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos (USACE, por sus siglas en inglés) tiene jurisdicción principal sobre el río, donde se han colocado barcazas para recoger los escombros que caen.
La función del USACE es detener o modificar las obras si es necesario y garantizar el cumplimiento de los permisos. No regula los contaminantes generales ni la contaminación química, que son competencia de la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA, por sus siglas en inglés) y de la autoridad estatal, según Teralyn Pompeii, jefa de la rama reguladora del Distrito de Chicago del USACE.
La agencia realiza inspecciones periódicas y tiene previsto coordinarse con la EPA, el estado y el Distrito Metropolitano de Recuperación de Agua del Gran Chicago en caso de contaminación durante la demolición, dijo Pompeii.
"Hasta la fecha, el Distrito no ha identificado ningún vertido ilícito de escombros de demolición u otro material de relleno en el sitio de los Damen Silos," dijo.
Pero los residentes no confían solo en la supervisión oficial.
"Nos hemos preocupado más por asegurarnos de que nada llegue al río," dijo Eakin del MPDC. "Tenemos los ojos puestos en lo que ocurre en el río, y nos hemos comunicado con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército sobre las preocupaciones de diversas partes."
Eakin argumenta que, aunque se exigían permisos para la demolición, existe una falta de control para garantizar que los escombros no caigan al agua mientras se lleva a cabo la demolición. Dice que la responsabilidad recae en personas como ella y otros activistas de la comunidad.
"Básicamente, no hay muchas herramientas para hacer cumplir la ley," dijo Eakin. "Hay responsabilidad si algo cae al agua, pero no hay mucha aplicación proactiva."
Se ha colocado una barcaza en el río contra el borde del sitio donde están los silos, pero Eakin cree que los escombros pueden caer fácilmente en las grietas entre la barcaza y el sitio, y que la barcaza no es lo suficientemente grande para capturar todos los escombros que podrían caer.
Hizo una llamada a Urban Rivers para que supervise la contaminación del agua del río por los escombros de la demolición. Miembros de la organización recogieron muestras del río cerca de la demolición antes y durante la demolición y las están enviando a investigadores de la Universidad Northwestern. Phil Nicodemus, director de investigación de Urban Rivers, dijo que aún no tienen los resultados.
"No queremos que haya un problema grave con la calidad del agua que pase desapercibido porque nadie se molesta en buscarlo," dijo Nicodemus.
Mirando hacia el futuro
A medida que continúa la vigilancia, aumenta también la incertidumbre sobre el futuro uso del sitio.
Romo, de N4EJ, dice que se están preparando para oponerse a una remodelación que podría traer más contaminación a McKinley Park.
"Si [Tadin] tiene intención de traer otra fuente de contaminación atmosférica, vamos a impugnarlo," dijo Romo.
Al mismo tiempo, los residentes del suroeste también se preparan para la demolición de la Fish Generating Station en Pilsen, una planta de carbón abandonada a unas dos millas de distancia. Aludiendo a preocupaciones similares sobre la contaminación del aire y las vías fluviales causada por polvo peligroso para el medio ambiente, los defensores locales como Chatha de PERRO están instando a la ciudad a denegar los permisos de demolición de la planta abandonada.
La supervisión de la demolición y la futura remodelación de estos dos sitios en una zona ya sobrecargada desde el punto de vista medioambiental podrían determinar la cantidad de contaminación adicional que recibirán estos vecindarios.
Chatha dice que lo que sustituya a estas torres dará forma a su vecindario durante las próximas décadas.
Aydali Campa es miembro del equipo de Report for America y cubre temas de justicia medioambiental y comunidades inmigrantes para Borderless Magazine. Envíale un correo electrónico a [email protected].
Da poder a las voces de los inmigrantes
Nuestro trabajo es posible gracias a las donaciones de personas como usted. Apoye la información de alta calidad haciendo una donación deducible de impuestos hoy mismo.
