Fotografía de Erika BartlettRespondemos a sus preguntas sobre el torio y los peligros para la salud relacionados con la Instalación de Tierras Raras.
Este otoño, Illinois iniciará la limpieza final de la tristemente célebre fábrica de tierras raras de West Chicago, que fue en su día el mayor productor de torio radiactivo del mundo. La Agencia de Gestión de Emergencias de Illinois tiene previsto limpiar las aguas subterráneas contaminadas bajo la antigua fábrica.
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La última limpieza se produce tras décadas de saneamiento y limpieza radiológica en West Chicago. Anteriormente, algunas zonas residenciales, Reed-Keppler Park, Kress Creek y la planta de tratamiento de aguas residuales de Chicago Oeste fueron designadas zonas nacionales del Superfondo debido a la extensa contaminación provocada por el procesamiento de torio en la Instalación de Tierras Raras, también conocida como fábrica Kerr-McGee. El Parque Reed-Keppler y la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales fueron retirados de la Lista de Prioridades Nacionales del Superfondo una vez concluidas las operaciones de limpieza. La EPA prevé que las zonas residenciales y Kress Creek sean retiradas de la lista en los próximos años.
He aquí las respuestas a algunas de las preguntas más frecuentes sobre las medidas de reparación actuales y pasadas:
¿Qué contenía el material contaminado que recibieron muchas zonas residenciales?
Aunque el torio-232 era el principal contaminante, el elemento se descompone en radio y después en gas radón, que emiten radiaciones que pueden ser nocivas a niveles concentrados. La Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE.UU. utilizó el radio en el suelo, presente a niveles constantes con otros elementos a lo largo de la cadena de desintegración pero más radiactivo, para detectar la contaminación relacionada con las fábricas.
Junto con los materiales radiactivos, en el emplazamiento de la fábrica se halló contaminación por metales pesados, como bario, cromo y plomo. Sin embargo, los niveles no alcanzaban el umbral exigido para la limpieza de propiedades residenciales.
¿Cuándo y cómo realizó el gobierno las pruebas de contaminación relacionadas con la fábrica Kerr-McGee?
La Comisión Reguladora Nuclear comenzó a realizar estudios aéreos de la zona de la fábrica en busca de radiación a partir de 1976. A finales de la década de 1980, la EPA inició estudios más detallados a nivel del suelo que incluían furgonetas de exploración y recorridos por los barrios con detectores de radiación para identificar propiedades potencialmente contaminadas. Además, la agencia inspeccionó estas propiedades a intervalos de metro y medio para detectar radiación gamma y tomó muestras del suelo y de radón en interiores.
El radón es un gas radiactivo que se ha detectado en viviendas de todo Estados Unidos. Se recomiendan pruebas, aunque no son obligatorias, para la compra de inmuebles. La EPA detectó un nivel elevado de radón en algunas viviendas, pero lo atribuyó a la descomposición del uranio natural, ya que no era del tipo procedente de la desintegración del torio. Tras las pruebas iniciales, la agencia no utilizó el radón para detectar la contaminación relacionada con la fábrica.
¿Qué ocurrió durante la limpieza?
Entre 1994 y 2015, se procedió a la limpieza del emplazamiento de la fábrica, el parque Reed Keppler, Kress Creek, zonas residenciales y la planta de tratamiento de aguas residuales de West Chicago (las dos últimas recibieron residuos de torio como relleno).
En el caso de las propiedades residenciales, se retiró toda la tierra con más de 7,2 picocurios por gramo de radio (es decir, 5 pCi/g por encima de los niveles medios naturales) y se envió a una instalación de eliminación de residuos peligrosos de Utah. A continuación, las zonas se rellenaron con tierra limpia.
La limpieza de 670 propiedades residenciales terminó en 2003. Sin embargo, en 2007, la EPA revisó las viviendas que Kerr-McGee había rehabilitado en los años ochenta y determinó que trece de ellas presentaban una contaminación superior a las normas de la agencia y necesitaban una rehabilitación adicional. Esas viviendas se limpiaron en 2015.
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¿Habrá más pruebas?
Según la EPA, no es necesario realizar más pruebas en las propiedades residenciales porque la agencia y el estado ya han realizado pruebas de verificación para garantizar que se cumplen las normas de limpieza.
¿Podría haber contaminantes remanentes que no se encontraron antes, pero que ahora pueden detectarse debido a la desintegración radiactiva?
El torio-232 tarda 14.000 millones de años en perder la mitad de su radiactividad. Al descomponerse lentamente, sus subproductos radiactivos sufren procesos de desintegración mucho más cortos, en el lapso de años, días e incluso segundos.
Se espera que estos subproductos, incluidos el radio y el radón, existan en niveles constantes junto con el torio a lo largo de su vida media extremadamente larga. En otras palabras, las pruebas habrían detectado cualquier contaminación relacionada con la fábrica que supusiera un riesgo actual o futuro. La EPA no espera que surja ningún peligro nuevo debido a los esfuerzos de rehabilitación anteriores.
¿Por qué hacen ahora el saneamiento de las aguas subterráneas?
El suelo alrededor de la fábrica, que era la fuente de contaminación, tuvo que ser tratado antes de que pudiera llevarse a cabo la rehabilitación de las aguas subterráneas, según la Agencia de Gestión de Emergencias de Illinois. La rehabilitación del suelo finalizó en 2015. Sin embargo, las tablestacas que se instalaron inicialmente para proteger a los trabajadores que excavaban el suelo contaminado atrapan ahora los contaminantes residuales, impidiendo que las aguas subterráneas los diluyan de forma natural con el tiempo.
Aunque los contaminantes de las aguas subterráneas de la fábrica superan las normas de protección, no son peligrosas para la salud humana a menos que se ingieran, según la Jefa de la Subdivisión de Servicios de Protección Radiológica del IEMA, Kelly Horn. Las aguas subterráneas están demasiado profundas para emitir radiaciones que pudieran alcanzar a los residentes.
Utilizando casi todos los $36 millones restantes asignados a la limpieza, la agencia planea reducir los contaminantes lo más cerca posible de las normas estatales de protección, pero Horn dijo que la agencia no tiene suficiente dinero en su presupuesto para alcanzar esas normas. Los contaminantes restantes no deberían ser motivo de preocupación, ya que existen procedimientos que impiden que la población utilice las aguas subterráneas contaminadas. Se espera que estos contaminantes se diluyan con el tiempo.
¿En qué consistirá la fase final del saneamiento de las aguas subterráneas?
El plan del IEMA consta de tres pasos. En primer lugar, tratarán partes del suelo bombeando una solución química para disolver los materiales radiactivos residuales y eliminarlos. Este suelo ya fue limpiado por Kerr-McGee según las normas gubernamentales. Aunque se eliminaron las partículas finas de material radiactivo, las rocas restantes aún contienen trazas de uranio que podrían filtrarse a las aguas subterráneas y concentrarse allí.
Después de tratar estas rocas, bombearán las aguas subterráneas contaminadas a través de un área de 10 acres del emplazamiento de la fábrica de 43 acres, y luego tratarán el agua. Por último, retirarán las tablestacas y permitirán que el flujo natural de las aguas subterráneas diluya los contaminantes restantes.
¿Ha afectado la contaminación de las aguas subterráneas bajo la fábrica al suministro de agua de la ciudad?
Según Horn, el agua potable de la ciudad no se ve afectada por la contaminación de las fábricas. La ciudad se abastece de varios acuíferos profundos y poco profundos. Los acuíferos profundos están muy por debajo de la profundidad de la contaminación de las aguas subterráneas de la fábrica, mientras que los acuíferos poco profundos están al menos a una milla de distancia de la fábrica y en una ruta de flujo de aguas subterráneas diferente.
Según Horn, no hay "ninguna conexión" entre las fuentes de agua de la ciudad y el agua contaminada de la fábrica. También señaló que la contaminación de las aguas subterráneas bajo la fábrica está muy localizada, y se extiende como mucho 700 pies más allá del perímetro de la fábrica.
Algunos residentes han expresado su preocupación por pruebas anteriores que han revelado que el recuento de radio en el agua de la ciudad supera las normas de la EPA. Según Horn, estos niveles son el resultado de depósitos naturales de radio en acuíferos profundos.
La planta de tratamiento de aguas de la ciudad, que incluye tratamientos para reducir el radio, entró en funcionamiento en 2005. En 2021, la prueba más reciente de contaminantes radiológicos, obligatoria cada tres años, cumplió las normas de la EPA. El último informe sobre la calidad del agua está disponible aquí.
¿Y los pozos privados?
Las últimas propiedades cercanas a la fábrica con pozos privados pasaron a tener agua municipal en 2015.
"No había contaminación detectable en ninguno de los pozos de control al oeste de la fábrica [donde se encuentran estas propiedades]", dijo Horn. "Lo hicimos como precaución, otra capa de seguro".
Actualmente no hay pozos de agua potable en la zona de la fábrica. El IEMA tiene previsto realizar un estudio adicional de los pozos "para asegurarse de que no se escapa nada", dijo Horn.
Las ordenanzas municipales vigentes impiden perforar nuevos pozos en la zona.
¿Cómo puedo encontrar los resultados de anteriores exploraciones de saneamiento de mi propiedad y saber si mi propiedad fue saneada?
Los residentes del oeste de Chicago que deseen conocer los resultados de las pruebas de la EPA o la reparación de su propiedad pueden ponerse en contacto con Rachel Linduska de la EPA en (312)-886-6806 o por correo electrónico Kelly Poulos en poulous.kelly@epa.gov.
La Biblioteca Pública de West Chicago también alberga un archivo de registros gubernamentales relacionados con la limpieza del Superfondo al que cualquiera puede acceder dirigiéndose a su edificio.
¿Tienes alguna historia sobre West Chicago que quieras compartir? Envíenos un correo electrónico a info@borderlessmag.org.
Este informe ha contado con el apoyo del Fundación Internacional de Mujeres en los Medios Fondo Howard G. Buffett para Mujeres Periodistas y un premio del Instituto de Periodismo y Recursos Naturales.
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