ProporcionadoRubén Torres Maldonado, cuya hija adolescente padece cáncer, obtuvo una fianza de $2.000 durante una vista celebrada el jueves por la mañana.
Este historia fue originalmente publicada en Block Club Chicago, una sala de prensa sin fines de lucro enfocada en los vecindarios de Chicago. Suscríbete a su boletín diario gratuito.
CHICAGO - Rubén Torres Maldonado, un hombre de Chicago al que los agentes federales detuvieron un día después de que su hija fuera dada de alta de un hospital donde pasó un mes recibiendo quimioterapia, ha quedado en libertad bajo fianza y regresará a casa.
Durante una audiencia de fianza celebrada el jueves por la mañana, la juez de inmigración Eva S. Saltzman fijó una fianza de $2.000 para Torres Maldonado, afirmando que no veía "nada en el expediente" que indicara que representaba un peligro para la comunidad.
Saltzman citó los fuertes lazos familiares y comunitarios de Torres Maldonado, su falta de antecedentes penales y su derecho a solicitar la cancelación de la expulsión por dificultades para los miembros de su familia que son ciudadanos estadounidenses.
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Torres Maldonado compareció por vídeo desde un centro de detención federal de Indiana, vestido con ropa de prisión naranja y blanca. La vista duró menos de 15 minutos.
"Debería ser dado de alta tan pronto como hoy o mañana", dijo Saltzman. "Agradezco que esté ansioso por volver a casa y estar con su familia. Le deseo mucha suerte en el futuro y que su hija se recupere totalmente."
Torres Maldonado, de 40 años, lleva detenido desde el 18 de octubre, cuando agentes federales de inmigración lo arrestaron en el aparcamiento de un Home Depot de los suburbios de Niles. Sus abogados dijeron que se lo llevaron sin explicaciones y lo mantuvieron en condiciones de hacinamiento e insalubridad en el centro de procesamiento de Broadview del ICE.
Torres Maldonado vive en Chicago desde 2003 con su pareja, Sandibell Hidalgo, y sus dos hijos, Ofelia, de 16 años, y Nathan, de 4. No tiene antecedentes penales más allá de pequeñas multas de tráfico y ha trabajado para la misma empresa durante dos décadas, según los expedientes judiciales.
Ofelia Torres acababa de pasar 39 días en el hospital recibiendo quimioterapia y radioterapia antes de que los agentes se llevaran a su padre. A Ofelia Torres, estudiante de 16 años del instituto Lake View, le diagnosticaron una forma rara de cáncer en diciembre.
La adolescente dijo la semana pasada que intentaba mantener la calma, pero que quería a su padre en casa mientras se recuperaba.
En una conferencia de prensa celebrada la semana pasada en Belmont Cragin, la diputada Delia C. Ramírez dijo que el caso de Torres Maldonado, y el trauma que ha causado a su familia, pone de relieve cómo la aplicación de las leyes federales de inmigración se ha convertido en "una fuerza de terror" dirigida contra las familias negras y marrones de los barrios de Chicago.