Ilustración fotográfica de Max Herman/Borderless Magazine. Fotos de Max Herman y Camilla Forte/Borderless Magazine Anteriormente el gobierno federal ha utilizado a la Guardia Nacional decenas de veces para conflictos, y cientos más para crisis locales y emergencias nacionales. Los líderes de Illinois dicen que los planes de Trump de desplegar la Guardia Nacional a Chicago son "injustificados".
Funcionarios de Illinois y grupos comunitarios locales presionaron contra la amenaza del presidente Donald Trump de desplegar la Guardia Nacional en Chicago.
El gobernador JB Pritzker, al lado de funcionarios demócratas locales, afirmó el lunes que ninguna emergencia en Chicago justifica el despliegue de la Guardia Nacional y destacó la reducción en el índice de criminalidad de la ciudad.
"Este es exactamente el tipo de abuso gubernamental contra la que advirtieron los fundadores de nuestro país", dijo Pritzker. "Es la razón por la que establecieron un sistema federal... construido sobre controles y equilibrios".
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Pritzker dijo que nadie de su administración recibió aviso de un despliegue, y el gobierno federal no ha hecho ningún esfuerzo para coordinar con la ciudad.
Donald Trump recientemente desplegó la Guardia Nacional y militares a Los Ángeles y al Distrito de Columbia, una medida que ha defendido como forma de reducir la delincuencia y la falta de vivienda. Críticos como Pritzker han calificado la medida como un abuso de poder y un uso indebido del ejército de la nación.
"Donald Trump intenta fabricar una crisis, dividir a los estadounidenses que sirven en uniforme y seguir abusando de su poder para distraer del dolor que está causando a las familias trabajadoras", Pritzker dijo.
¿Cuándo se ha hecho esto antes?
El presidente de Estados Unidos y los gobernadores de los estados pueden recurrir a la Guardia Nacional en caso de crisis a gran escala o desastres nacionales.
Históricamente, el gobierno ha utilizado la Guardia Nacional en el pasado decenas de vecespara conflictos. Además, lo han utilizado cientas veces más para crisis locales y emergencias nacionales, informó Al Jazeera.
En 1965, el Presidente Lyndon B. Johnson envió más de 3.000 soldados a Selma, Alabama, para proteger los derechos civiles de los manifestantes sin que el gobernador del estado se lo pidiera.
También se enviaron tropas federales para responder a los disturbios de Los Ángeles a principios de año, al huracán Katrina en 2015, a la pandemia de COVID-19 y a las protestas de George Floyd en 2020 en varias ciudades, entre ellas Chicago.
La alcaldesa de entonces, Lori Lightfoot, dijo que fue una decisión que no tomó a la ligera.
Todavía, algunos dicen que es raro que el presidente despliegue la Guardia Nacional sin el consentimiento de un estado. La décima enmienda otorga todos los poderes que no se delegan explícitamente al gobierno federal a los estados o al público.
Trump dijo que envió a la Guardia Nacional a D.C. para disminuir el crimen en la ciudad, a pesar de que la ciudad haya registrado los niveles más bajos de crímenes violentos en 30 años, según el D.C. Metropolitan Police Department.
Anteriormente, Trump también despliegó la Guardia Nacional en D.C. horas después de que comenzara la insurrección en la capital en 2021. Los partidarios de Trump hirieron a la policía del capitolio, destrozaron el edificio estatal y se metieron en el edificio del capitolio antes de que se enviara la Guardia Nacional.
Más recientemente, Trump envió a la Guardia Nacional, sin notificar al gobernador de California y otros líderes locales, para ayudar a las redadas de Immigration and Customs Enforcement (ICE) en Los Ángeles.
El gobernador de California, Gavin Newsom, le dijo a NPR que el presidente estaba "sembrando más división" y que "está incitando igual y más lejos, más ansiedad, más probabilidad de que la gente salga herida".
Newsom presentó una demanda federal en la que acusa a Trump de violar la décima enmienda de la Constitución de Estados Unidos y el Posse Comitatus Act, que impide al presidente utilizar a los militares para hacer cumplir las leyes federales. Él solicitó que se haga público el reembolso de los impuestos federales del despliegue de la guardia nacional por parte del presidente.
"Han pasado 60 días desde que el gobierno federal desplegó el ejército contra sus propios ciudadanos, por encima de la oposición de los funcionarios estatales y locales", dijo Newsom en un comunicado de prensa. "Los estadounidenses merecen saber cuánto dinero de los contribuyentes gastó el presidente para orquestar este teatro político".
Críticos como el American Civil Liberties Union de Illinois argumentan que aún no se ha emitido una orden para federalizar las fuerzas.
"Hasta que no veamos una orden específica y la justificación del envío de fuerzas federales, es difícil saber la legalidad de esa orden", dijo Ed Yohnka, director de comunicaciones y política pública de ACLU. "Está claro que no hay ninguna emergencia que justifique la introducción de estas fuerzas en Chicago".
La organización de defensa también sostuvo que en general la Guardia Nacional tiene como objetivo servir al pueblo estadounidense en caso de crisis.
"En lugar de eso, ahora se está organizando la fuerza para utilizarla contra el pueblo estadounidense y los funcionarios electos cuando se nieguen a doblar la rodilla ante el presidente", afirmó Yohnka.
Retórica contra delincuencia
La semana pasada, Trump aplaudió las detenciones por parte de la Guardia Nacional y el orden público en Washington y dijo que Chicago sería la siguiente ciudad para disminuir la violencia. El Pentágono tiene planes para desplegar tropas en Chicago desde hace semanas, según un informe de The Washington Post.
Trump prometió librar a Chicago de la delincuencia y llamó a la ciudad "un desastre".
Sin embargo, los índices de criminalidad en Chicago han disminuido por más de 20%, y los tiroteos y homicidios se han reducido en más de 30% en lo que va del año, según NBC 5 Chicago.
El alcalde de Chicago, Brandon Johnson, dijo que la Guardia Nacional "tiene el potencial de aumentar las tensiones entre los residentes y el orden público."
"Sabemos que nuestras comunidades son más seguras cuando invertimos plenamente en vivienda, seguridad de la comunidad y educación", dijo Johnson en una declaración la semana pasada. "Hay muchas cosas que el gobierno federal podría hacer para ayudarnos a reducir la delincuencia y la violencia en Chicago, pero enviar al ejército no es una de ellas".
Pritzker expresó un sentimiento similar el lunes, señalando que los índices de criminalidad de Chicago son menos de otras ciudades en estados liderados por republicanos como Tennessee y Mississippi.
"Si Donald Trump se tomara realmente en serio la lucha contra la delincuencia en ciudades como Chicago, él, junto con sus congresistas republicanos, no estaría cortando más de $800 millones en subvenciones para seguridad pública y prevención de delincuencia a escala nacional,dijo.
Pritzker y Johnson pidieron a Trump que invierta en viviendas asequibles, servicios de salud mental y de conducto y más recursos para detener la circulación de armas a la ciudad, en lugar de gastar en el despliegue de tropas federales en las ciudades.
"La mejor manera de construir ciudades seguras y asequibles es invertir en ellas", afirmó Johnson.
¿Cómo están respondiendo organizaciones locales?
En un correo electrónico a los padres, Chicago Public Schools reconocieron "la ansiedad y el temor por la seguridad en la escuela y en la comunidad en general" ante el posible aumento de la presencia federal. Los funcionarios de CPS dijeron que la "seguridad de los estudiantes, las familias y el personal era la prioridad principal del distrito".
Entre las precauciones tomadas, los funcionarios del distrito dijeron a los padres que no preguntan a las familias su situación migratoria ni se coordinan con los agentes federales, y que no permitirían el acceso de los agentes de ICE a las escuelas.
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Mientras tanto, organizaciones locales se reunieron en el centro de la ciudad esta semana para oponerse públicamente al despliegue de la Guardia Nacional por parte de Trump.
"Sabemos que Trump y sus seguidores van a seguir apuntando a Chicago e Illinois", dijo la subdirectora de Illinois Coalition for Immigrant and Refugee Rights (ICIRR), Verónica Castro."Pero también sabemos que seguiremos cuidándonos unos a otros".
Castro instó a los oyentes a mantenerse al día en capacitaciones de "Know Your Rights" y a luchar contra las injusticias.
Brandon Lee, director de comunicaciones de ICIRR, dijo que la organización seguiría distribuyendo activamente material sobre "Conozca Sus Derechos", aumentando el trabajo en su línea telefónica directa Family Support Network y organizar equipos locales de intervención rápida, ya que se espera un aumento de la presencia militar.
"Rechazamos el uso del ejército en nuestras comunidades, y seguiremos exigiendo que las tropas y ICE salgan de nuestra ciudad y nuestro estado", dijo Lee.
La congresista Delia Ramírez animó a los habitantes de Chicago a seguir protestando.
"Donald Trump está tratando de asegurarse de que dejemos de protestar", dijo. "No hacer un mitin, o una protesta o una rueda de prensa es exactamente lo que él quiere. No vamos a darle ese placer".
Pritzker destacó que aquellos que quisieran protestar en Chicago, que lo hagan pacíficamente.
"El estado de Illinois está dispuesto a oponerse a este despliegue militar con todas las herramientas pacíficas que disponemos".
Tara Mobasher es becaria de Northwestern Medill en Borderless Magazine. Puede ponerse en contacto con ella en [email protected].
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