Tania Unzueta es una firme defensora de los derechos de los inmigrantes indocumentados en todo el país.
Tania Unzueta es una firme defensora de los derechos de los inmigrantes indocumentados en todo el país. Ayudó a fundar tres organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes, entre ellas Comunidades organizadas contra la deportación y su predecesora, la Liga por la Justicia de los Jóvenes Inmigrantes, y Mijenteuna organización nacional de latinos. Fue detenida por primera vez por organizar una sentada en la oficina del senador John McCain en 2010 en apoyo de la Dream Act. Actualmente, sigue trabajando con OCAD y es directora política de Mijente, un centro político que se autodenomina pro-latino, pro-negro, pro-mujer, pro-queer y pro-pobre.
Tania llegó a Estados Unidos desde México cuando tenía 10 años y se instaló en Pequeña aldea. Hoy sigue viviendo en Little Village. Sin fronteras habló con Tania por teléfono mientras estaba en Texas luchando por los derechos de los inmigrantes detenidos en la frontera.
Desde que Trump ha sido elegido, los inmigrantes indocumentados se han enfrentado a una serie de ataques bastante agudos de una manera que no habíamos visto antes. Hay una falta de rendición de cuentas a cualquier persona en la aplicación de la ley de inmigración de una manera que no existía bajo la administración Obama. Hay mucho miedo en la gente que no sabe si va a ver pronto a sus seres queridos. Mucha gente que pensaba que estaba a salvo teme ser deportada de nuevo.
En Little Village y lugares como Atrás...hay veces que la gente tiene miedo. Ese día no van a la escuela. Hay menos gente en la calle, sobre todo después de las redadas de inmigración, que han afectado a estas dos comunidades.
Pero no todo es miedo. Parte del trabajo que hacemos consiste en averiguar cómo organizar a los miembros de la comunidad para que podamos luchar por políticas que realmente protejan a las personas a nivel local, estatal y nacional.
Ahora mismo estamos pidiendo la abolición del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, la organización fundada en 2003. No queremos volver a las prácticas de aplicación de la ley de inmigración de la era Obama, queremos asegurarnos de que lo que consigamos después proporcione algún nivel de liberación para nuestra gente. Mi visión a largo plazo es un mundo en el que la gente pueda ser feliz, pueda vivir sin miedo y yo pueda organizarme sin miedo. Y para mí eso significa la abolición del ICE y el cambio de la financiación de las fuerzas policiales locales.
No creo que Chicago sea una ciudad santuario ahora mismo. Santuario se supone que es un lugar que has protegido. Se mire como se mire, Chicago sólo es un santuario porque el alcalde lo dice. Incluso la ordenanza de ciudad santuario, la "Ordenanza de Ciudad Acogedora", tiene grandes excepciones que para mí son bastante malas, que dejan a la gente desprotegida. La ordenanza dice que la policía no se comunicará con el ICE... a menos que la persona figure en la base de datos de bandas o haya sido acusada de un delito graveindependientemente de si han sido condenados o no. Esas son categorías que dependen completamente de la policía de Chicago y la policía tiene un mal historial de trabajo con las comunidades de color.
La política de ciudad santuario sólo defiende a las personas que la policía no ha criminalizado. Cuando tenemos una fuerza policial corrupta, violenta y que ha demostrado que discrimina a la gente de color, eso es increíblemente perjudicial para las comunidades de Chicago.
Lo otro es que todo el mundo merece un santuario. No sólo los inmigrantes. Y los inmigrantes necesitan protección de la policía, no sólo del ICE. Para mí está bastante claro que cuando hablamos de comunidades de color en Chicago, incluidas las comunidades de inmigrantes, la policía y los agentes de inmigración son la mayor amenaza para la seguridad de nuestra comunidad.
Creo que ahora mismo todo el mundo es objetivo de la inmigración. Hay gente que ha sido deportada por hablar con la prensa y publicar su historia. Siento que soy un objetivo como activista. Pero creo que todos los indocumentados son un objetivo ahora mismo.
Creo que la gente que no es inmigrante se centra mucho en los niños y los jóvenes. Y creo que lo que no entienden es que en realidad no solo queremos que se preocupen por nosotros. No sobreviviremos sin nuestros padres. Lo que ha sucedido una y otra vez es que la gente ha tirado a nuestros padres debajo del autobús para poder conseguir cosas para nosotros, como el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).
Creo que está ocurriendo ahora con los niños en la frontera. Sus padres están siendo perseguidos por el Departamento de Justicia e ingresados en una prisión privada. Lo único que le importa a la gente son los niños. Y es como, sí, ¿con quién crees que se supone que deben estar los niños? Se supone que deben estar con sus padres, ¡que están siendo procesados penalmente ahora mismo!
Lo entiendo. Me dan escalofríos los bebés en la cárcel. Pero creo que no se puede aislar una parte de nuestras familias sin pensar en la otra.
La otra cosa que la gente no entiende es nuestro enfado con la aplicación de las leyes de inmigración. Piensan que puede mejorarse o volver a ser como era con Obama. Lo que le decimos a la gente es que no importa. No importa si están siendo amables o gilipollas cuando separan a nuestras familias. No queremos que separen a nuestras familias y punto.
Lo que tratamos de hacerles entender es que la existencia literal de las fuerzas de inmigración y aduanas es detener a la gente. Se utiliza como un brazo político del gobierno. Es la propia fuerza policial del presidente. Tanto si el presidente es demócrata como republicano, va a seguir utilizando el ICE para separar familias.
Necesito que la gente deje de decir: "Mantengan a las familias unidas". Si quieren ayudarnos, necesito que empiecen a decir: "Abolir el ICE". Y deshacerse de las formas en que la policía ayuda a las fuerzas del orden.
Tania Unzueta
Una organizadora nos hace cuestionarnos la forma en que pensamos - y vigilamos - la migración en la actualidad
Tania Unzueta es una aguerrida activista que ha luchado por los derechos de los migrantes indocumentados en los Estados Unidos. Ayudó a fundar tres organizaciones que defienden derechos migratorios, como La Liga de la Justicia de Jóvenes Migrantes, o la organización que la sucedió: Las Comunidades Organizadas en contra de las Deportaciones (OCAD, por sus siglas en inglés), e incluso la organización Latina, Mijente. Unzueta fue arrestada por primera vez cuando participó en una sentada en apoyo y solidaridad con el Dream Act afuera de las oficinas del senador John McCain en el año 2010. Hoy en día, continúa trabajando en OCAD y es la directora de políticas públicas para Mijente, una organización nodal que expresa apoyo de la comunidad negra, mujeres, queer y gente en situación de pobreza.
Tania llegó a los Estados Unidos cuando tenía 10 años, tras dejar a su tierra en México. Se estableció con su familia en La Villita donde hoy sigue viviendo. Sin fronteras platicó con Tania por teléfono cuando ella se encontraba en Texas defendiendo los derechos de migrantes que han sido detenidos en la frontera.
Desde el momento en que Trump fue elegido, los migrantes indocumentados han sufrido ataques sumamente agresivos que de cierta forma nunca habíamos visto. No se hace responsable a ninguna de las autoridades migratorias, sucede de una manera que no se veía durante la administración de Obama. Hay mucho miedo gracias a que la gente no sabe si podrán ver pronto a sus seres queridos. Mucha gente que creía estar a salvo hoy teme ser deportada.
En La Villita, y en lugares como Back of the Yards, hay días en que a la gente le entra el miedo. En esos momentos, no van a la escuela y hay menos gente en la calle. Especialmente después de que han habido redadas contra migrantes, que han sido un golpe contra ambos vecindarios.
Pero no todo lo que sienten es miedo. Parte de lo que nos enfrentamos es averiguar cómo organizar a miembros de la comunidad para que puedan luchar para impulsar políticas que los protejan en un nivel local, estatal y nacional.
En este momento estamos haciendo el llamado para abolir el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (o ICE, por sus siglas en inglés), una organización fundada en el año 2003. Nosotros no queremos regresar a las prácticas policiacas y de vigilancia contra migrantes de la era de Obama, lo que queremos es asegurarnos de que lo que sea que venga, garantice un nivel de liberación para nuestra gente. Mi visión a largo plazo es un mundo donde la gente pueda ser feliz, donde la gente pueda vivir sin miedo y que yo pueda organizar sin miedo. Y para mi, eso es lo que significa abolir ICE y cambiar la forma en que adquieren fondos los cuerpos locales de la policía.
Yo no creo que Chicago sea una ciudad santuario en este momento. Un santuario es un lugar donde estás protegido. No importa cómo lo veas, pero Chicago es una ciudad santuario sólo porque el alcalde dice que lo es. Incluso la ordenanza que le da estatus de ciudad santuario a Chicago, la "Welcoming City Ordinance," tiene grandes excepciones que para mi son bastante graves y dejan a la gente en una posición vulnerable. La "Welcoming City Ordinance" dice que la policía no se puede comunicar con ICE a menos que la persona se encuentre en la base de datos de pandillas o que haya cometido algún delito, sin importar si fue condenado o no. Todas esas son categorías que dependen completamente de la policía de Chicago que tiene una mala reputación cuando se trata de trabajar con comunidades no blancas.
La política de ciudad santuario sólo defiende a la gente que la policía aún no ha criminalizado. Cuando tenemos un cuerpo policiaco que es corrupto, violento y que ha demostrado que discrimina a gente que no es blanca, se convierte en algo sumamente dañino para las comunidades en Chicago.
La otra cuestión es que todos merecen un santuario, no sólo los migrantes. Y los migrantes necesitan ser protegidos no sólo de ICE, sino también de la policía. Para mi es muy claro que cuando hablamos sobre comunidades no blancas en Chicago, incluyendo a las comunidades de migrantes, la policía y las autoridades migratorias representan el mayor riesgo para el bienestar de nuestras comunidades.
Yo pienso que todos son un objetivo para las autoridades migratorias hoy en día. Hemos tenido a gente que literalmente la ponen en procesos de deportación inmediatamente después de que cuentan su historia a los medios y sus historias son publicadas. Yo me siento como un objetivo como activista. Pero creo que toda aquella persona que esté indocumentada es un objetivo en este momento.
Yo creo que quienes no son migrantes se han enfocado mucho en los niños y los jóvenes. Yo creo que lo que no entienden es que queremos que no sólo se preocupen por nosotros. No vamos a sobrevivir sin nuestros padres. Y lo que ha sucedido una y otra vez es que la gente ha sacrificado a nuestros padres con tal de que sea posible que nos den ciertas cosas, como el programa de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés).
Pienso que está pasando en este momento con los niños que están siendo separados en la frontera. Sus padres están siendo procesados por el Departamento de Justicia y los están metiendo en prisiones privadas. La cosa aquí es que a la gente le importan los niños. Y es como de "Sí, ¿y con quién piensan que deberían estar los niños?" ¡Ellos deberían estar con sus padres, que están siendo procesados como criminales en este momento!
Lo entiendo. La idea de tener niños en la cárcel me da escalofríos. Pero creo que no puedes aislar una parte de las familias sin pensar en la otra.
Otra cuestión que la gente no entiende es la ira que existe hacia la policía migratoria. Creen que se puede mejorar o que se puede volver a cómo funcionaba bajo la administración de Obama. Lo que le estamos diciendo a la gente es que eso no importa. No importa si son amables o si son unos culeros cuando están separando familias. No queremos que ellos separen a las familias. Punto.
Lo que estamos intentando hacer que la gente entienda es que, literalmente, el propósito de la existencia de ICE es detener gente. Está siendo utilizado por el gobierno como un brazo político. Es la policía del presidente. Sea demócrata o republicano, el presidente seguirá utilizando el ICE para separar a las familias.
Necesito que dejen de decir "Hay que mantener juntas a las familias". Si la gente quiere ayudarnos, hay que dejar de decir "Hay que mantener juntas a las familias" y empezar a decir 'hay que abolir el ICE."
Tal como fue contado a Nissa Rhee; Traducción de Sebastián González de León