La orden de quedarse en casa y las reglas de capacidad reducida presentadas durante la pandemia del COVID-19, son solo algunas de las batallas que enfrentan propietarios de negocios como Quang Minh Lê y LoanTh’Thu Nguyễn, dueños del restaurante Phở Loan.
UPTOWN — A pocos pasos de la estación en la calle Argyle del tren de Chicago conocido como “L”, Loan Thị Thu Nguyễn y Quang Minh Lê se mantienen ocupados durante una pausa a media tarde en el restaurante Phở Loan.
Mientras la chef Nguyễn prepara una bandeja de tallos de campanilla, su marido Quang Minh Lê empaca y coloca las órdenes de comida para llevar en una mesa ubicada cerca de la puerta principal. La pareja y un empleado alternan entre ponerse a trabajar y darle bocados a su almuerzo tardío.
El sonido de un tren de la línea roja al pasar, interrumpe el silencio.
“Debido a la construcción y a la pandemia, hay menos peatones y más tristeza”, dijo Lê en vietnamita.
Al inicio del 2020, la pareja esperaba tener una base más sólida en su sexto año como restauranteros. El negocio estaba mejorando y en ese entonces, el trabajo de construcción afuera de su local estaba en pausa.
Pero la pandemia cambió drásticamente sus metas. Durante el último año, Phở Loan ha perdido cerca del 60 por ciento de su negocio. Sin poder abrir su patio a los comensales, el pequeño lugar ubicado en la calle Argyle subsistió principalmente gracias a los pedidos de comida para llevar y desde enero, al poder ofrecer su menú en el interior del lugar con espacio limitado.
Aunque esperan que los clientes regresen conforme mejore la situación pandémica, Nguyễn y Lê se preocupan por el futuro de su restaurante a largo plazo.
Apenas empiezan a recuperarse de los impactos de la pandemia y ya los propietarios de Phở Loan se están preparando para mayo, cuando comience el proyecto masivo de renovación de la línea roja que incluye la construcción de una nueva estación en Argyle. Los propietarios y coordinadores de los negocios ubicados en “Asia en Argyle”, quienes durante mucho tiempo han enfrentado el aumento de los costos para los negocios y la urbanización en el barrio de Uptown, han trabajado para guiar a su comunidad a través de los desafíos que el año pasado se duplicaron.
“Necesitamos urgentemente de la ayuda del gobierno”, agregó Lê. “No sé qué nos depara el futuro”.
El restaurante Phở Loan es uno de docenas de negocios ubicados en el distrito comercial al oeste de la calle Argyle en el barrio de Uptown. La mayoría son negocios de comida del sudeste y este de Asia; hay desde restaurantes y tiendas de comestibles hasta panaderías y tiendas de té de burbujas. También están en esa área hay muchas otras tiendas, en su mayoría más pequeñas, como son las tiendas de plantas, una cafetería, tintorerías, una farmacia y varias organizaciones comunitarias.
Mientras que Le y Nguyễn han sufrido los impactos de la pandemia y de un entorno más severo debido a la ubicación y el tamaño de su restaurante, Tam Van Nguyễn, quien es organizador de la comunidad vietnamita desde hace muchos años, dijo que sus experiencias reflejan la de muchos propietarios de negocios en la calle Argyle.
“Al menos el 80 por ciento de los empresarios tienen dificultades con la situación. [Hay] tres causas: el paisaje urbano, el COVID-19 y ahora, el desarrollo de la obra de CTA (Autoridad de Tránsito de Chicago)”, dijo Tam Van Nguyễn, quien actualmente trabaja con la Asociación China de Ayuda Mutua, agencia de servicio social ubicada en la calle Argyle y que sirve a las comunidades de inmigrantes y refugiados de bajos ingresos de todo Chicago.
“Tratan de sobrevivir porque no tienen otra opción”, agregó.
Antes del 2020, contó Tam Van Nguyễn, los propietarios de negocios en el área ya se enfrentaban a desafíos financieros, a la interrupción de la construcción y al aumento de los alquileres. Desde la pandemia, han cerrado nueve negocios del corredor de Argyle, según el grupo comunitario Celebrate Argyle.
Los dueños de negocios catalogados como “de color” (minorías) han reportado problemas relacionados con la pandemia a mayor escala que sus contrapartes de origen blanco. Los empresarios de origen asiático-estadounidense y de las islas del Pacífico (AAPI, por sus siglas en inglés) reportaron la mayor probabilidad de cerrar su negocio permanentemente debido a los impactos de la pandemia, según una encuesta realizada en enero del 2021 por la Small Business Majority. Más de la mitad de los empresarios AAPI que fueron encuestados también dijeron tener dificultades para pagar los alquileres o las hipotecas.
Los programas de ayuda destinados para asistir a los empresarios marginados a sobrevivir, no han logrado su objetivo. El Programa de Protección de Pago (PPP, por sus siglas en inglés) le falló a los negocios catalogados como “de color” (minorías), según revelan las cifras. En Illinois, el estado otorgó el 55 por ciento de la financiación del programa de subvención por interrupción de negocios a propietarios blancos, en comparación con el 6 por ciento a propietarios negros, 0.4 por ciento a propietarios índigenas, 7 por ciento a propietarios latinos y 17 por ciento a propietarios AAPI.
Los negocios ubicados en el área de Argyle y que son propiedad de asiáticos, se han enfrentado a ingresos significativamente bajos justo cuando durante el último año, se ha registrado un aumento de la violencia racista contra los asiáticos y los estadounidenses de origen asiático.
“Llegamos, abrimos el restaurante, esperamos un día ajetreado para servir a nuestros clientes”, dijo Lê. “No importa si es un día lluvioso o si es un mal día. Solo tenemos que recuperarnos, seguir adelante”.
Los propietarios de Phû Loan y otros restauranteros inmigrantes asiáticos del área, han persistido a través de un año tumultuoso. Tanto ellos como los enlaces de la comunidad, dicen que el gobierno necesita darles más recursos financieros y abordar las necesidades específicas de la comunidad con los programas que ofrecen, para así asegurar que los propietarios de negocios de la zona puedan enfrentar los desafíos a largo plazo, más allá de la pandemia.
Cuando comenzó la pandemia, Nguyễn y Lê adaptaron su funcionamiento. Tuvieron que despedir a cuatro de sus seis trabajadores, pero se han mantenido abiertos de 9 a.m. a 9 p.m. seis días a la semana, publicando más activamente en su página de Facebook e incluso, empezaron su canal de YouTube donde Lê muestra su cocina y comidas familiares.
Han mantenido su comida consistente, continúan cocinando a fuego lento su caldo en ollas soperas de tamaño industrial que ocupan su propia sección en la cocina. El menú, que tiene recetas que le fueron compartidas a Nguyễn por sus abuelos, también incluye especialidades como bún bò Huế, una sopa de fideos de cerdo y ternera picante, y mariscos cocidos al estilo Luisiana.
Como muchos otros restaurantes, ofrecen entregas a través de Grubhub, Uber Eats y DoorDash. Recientemente también comenzaron a ofrecer entregas por su cuenta para evitar las altas tarifas de la plataforma a terceros.
Sin embargo, estos esfuerzos no pudieron llenar el hueco dejado por la pérdida de ingresos.
“Los gastos son algo importante”, aseguró Nguyễn en vietnamita. Aunque les ayudó tanto el préstamo del Programa de Protección de Pago (PPP, por sus siglas en inglés) de $6,297 como la Subvención de Interrupción de Negocios de $20,000 que recibieron, según dijo, los fondos de una sola vez no cubren por mucho tiempo los costos habituales como el alquiler, los servicios públicos, la mano de obra y los ingredientes.
Muchos propietarios de pequeños negocios que son inmigrantes vietnamitas enfrentan desafíos específicos, dijo Jerry Trần, contador público certificado que durante 20 años ha trabajado con empresarios vietnamitas en todo Illinois desde su oficina en Uptown.
Trần y sus empleados pasaron gran parte del año pasado ayudando a los propietarios de salones de uñas en los suburbios y negocios de comida en Argyle por medio de solicitudes para programas de ayuda. Parte del trabajo de Trần con sus clientes, que muchas veces enfrentan desafíos logísticos debido a las diferencias de idioma, es guiarlos a través del idioma legal y los detalles técnicos en las solicitudes. Él y sus compañeros de trabajo también han negociado con los bancos para agilizar los procesos de aprobación para sus clientes.
Los ex empleados de Phû Loan están sobreviviendo, dijo Lê, pero también necesitan ayuda. Aunque están al pendiente unos de los otros, dijo, la pareja no le hace muchas preguntas a sus ex empleados o a otros dueños de negocios sobre sus asuntos financieros personales.
“No toda la gente, nosotros o los estadounidenses, quiere compartir sus problemas financieros con alguien”, aseguró Lê. “Solo preguntamos, ¿cómo estás, cómo está tu salud?”.
Nguyễn y Le pasaron años trabajando como técnicos de uñas en Joliet y Plainfield y estuvieron ahorrando para cumplir con su objetivo de abrir un restaurante en Chicago. En 2013, lograron su tan anhelado traslado a Uptown, decididos a compartir su pasión por la cocina en un rico centro culinario.
“Nos gusta pertenecer a una comunidad vietnamita”, dijo LoanTh’Thu Nguyễn. “Argyle era una de las calles más concurridas por la comunidad vietnamita”. Tam Van Nguyễn dijo que él y los otros dueños de negocios, quienes han llegado a conocerse a través de los años, se tratan “como familia”.
“Me llaman Chú Tam, tío Tam”, compartió.dijo. “Para mi suerte, mi casa queda cerca, siempre que me necesitan, respondo y me encuentro con ellos”.
Las comunidades de inmigrantes chinos y del sudeste asiático, incluyendo vietnamitas, camboyanos, laosianos y tailandeses, comenzaron a mudarse al barrio en la década de 1960, construyendo una comunidad creciente y una presencia empresarial alrededor de Argyle. Varias organizaciones sin fines de lucro que sirven a inmigrantes y refugiados en toda la ciudad, tienen su sede allí.
En la década de 1990, las calles más vacías de la zona comenzaron a llenarse de nuevos negocios, dijo Tam Van Nguyễn. Los miembros de la comunidad y los funcionarios del gobierno local invirtieron mucho en el desarrollo local, atrayendo con éxito, a más empresas y visitantes.
Cuando crecía, Patricia Nguyễn recuerda jugar dentro de las tiendas locales, mientras que su padre, Tam Van Nguyễn, ayudaba a los propietarios con todo: desde averiguar las licencias de negocios hasta enlazarlos con la cámara de comercio.
“Había muchos restaurantes, mucha gente en las calles, muchos festivales de verano. Era diverso de muchas y diferentes maneras”, dijo Patricia Nguyễn, cofundadora de Axis Lab, organización comunitaria que a través del arte y eventos públicos, fomenta el desarrollo ético en el área de Argyle para inmigrantes y comunidades de refugiados.
Pero en los últimos años, agregó Tam Van Nguyễn, el desarrollo ha cambiado al barrio muy rápido. “Tenemos algo bueno y algo malo”, dijo. “El área de Argyle se desarrolló demasiado”.
Los nuevos complejos de apartamentos construidos por grandes empresas han reemplazado a los edificios residenciales más antiguos e incluso una sinagoga, dijo Tam Van Nguyễn; el aumento de los precios de la vivienda han desplazado a los residentes existentes.
Entre abril del 2011 y abril del 2021, los precios de la vivienda en Uptown aumentaron casi en un 30 por ciento, según Zillow.
Poco después de la apertura de Phở Loan en 2014, la Municipalidad anunció un proyecto de 3 millones de dólares para convertir a Asia en Argyle en la primera calle de paso compartido en Chicago, buscando así hacerla un destino más amigable para los peatones.
La construcción comenzó en el verano del 2015 y duró más de un año. También incluyó mejoras a la estación de la línea roja de Argyle. En ocasiones, la obra de construcción causaba la interrupción en los servicios de luz y agua del restaurante, dijo Lê.
“Estaban bloqueando toda la calle. No pasaban autos”, recordó Lê. “ Todo estaba muy, muy polvoriento y le dificultaba el paso a la gente”.
Como resultado, aseguró, el restaurante perdió mucho de su negocio.
“Tuvimos que tomar préstamos personales para mantener nuestro negocio en marcha. Y hasta ahora, no hemos pagado esa deuda”.
Después de otros proyectos, la construcción de la línea roja puede echar a las empresas locales existentes que se están recuperando de los impactos de COVID, aseguró Tam Van Nguyễn.
Loan Thị Thu Nguyễn dijo que a lo largo de los años, en seis ocasiones ha enviado correos electrónicos a funcionarios de la Municipalidad y de CTA sobre estos problemas, pero no ha recibido respuesta, a excepción de algunas actualizaciones ocasionales acerca de la construcción.
“El próximo proyecto de construcción de CTA está [pautado] para realizarse durante los próximos cinco años. Así que no sabemos si vamos a permanecer”, dijo Le. “¿Existe alguna ayuda posible que nos beneficie de alguna forma?”, preguntó.
La comunidad empresarial desea que los funcionarios locales hagan el esfuerzo de escuchar las opiniones de los propietarios de negocios locales sobre los cambios en los que quieren que el gobierno invierta, dijoTrần, quien también trabaja con la Cámara de Comercio Vietnamita.
“No hay ninguna consideración seria, sobre la contribución de los negocios locales o sobre cómo hacer que [la calle] Argyle luzca mejor y sea más segura. Con los cambios en la parada de tren durante los próximos dos años, será más dañino”.
“Argyle no es lo que solía ser”, dijo Trần, señalando que la zona ha estado menos concurrida y que algunas empresas más antiguas “se están convirtiendo lentamente en un dinosaurio”. La zona necesita más sitios de estacionamiento y nuevos negocios “de moda” para atraer a más visitantes como en Chinatown, dijo.
Los funcionarios de la Municipalidad han reconocido que el cierre de varios años le cobrará cuota en las empresas cercanas; CTA está dando apoyo de mercadeo a través de la campaña Open for Business.
Los esfuerzos, que alientan a los clientes a gastar en negocios locales y a los propietarios para que anuncien que permanecerán abiertos, no incluyen el apoyo financiero directo para las empresas afectadas. Y hasta ahora, los materiales están disponibles solamente en inglés.
Los grupos comunitarios y las asociaciones gubernamentales tienen como objetivo revertir algunas de las dificultades económicas que sufren durante la pandemia las empresas locales que son propiedad de asiáticos.
En julio pasado, la Asociación China de Ayuda Mutua abrió un centro de desarrollo de pequeñas empresas, esto como parte del esfuerzo del estado para impulsar los recursos de desarrollo económico en las comunidades de inmigrantes. Es el único centro de este tipo a nivel estatal que se encuentra en una comunidad de negocios asiático-estadounidense, dijo Sylvia García, directora interina del Departamento de Comercio y Oportunidad Económica de Illinois, en una conferencia de prensa realizada en este año.
Otro nuevo esfuerzo para apoyar el distrito comercial local, se llama Celebrate Argyle. Integrada por organizadores comunitarios de la comunidad asiático-estadounidense del sudeste y que tienen vínculos con Uptown, la campaña busca impulsar a las empresas locales a través de las redes sociales, eventos, e incluso, subvenciones en efectivo.
Phở Loan es uno de los cinco negocios de Argyle cuya historia será presentada en un video de Celebrate Argyle. El restaurante también recibió una pequeña subvención en efectivo por participar.
“Como dueño de un negocio, siempre esperas algo que le retribuya algo al área”, dijo Trần. “Esta área tiene un significado para los vietnamitas de Chicago; tenemos que hacer algo al respecto. Solo para asegurarnos de que está viva y es viable para la próxima generación”.
Conforme el control de la pandemia sobre Chicago comienza a hacerse más fácil, el negocio se recupera lentamente. Debido a que Nguyễn y Lê están trabajando con menos trabajadores a medio tiempo, están ocupados preparando y cocinando cuando no tienen clientes a los cuales atender. Los jueves, el único día que el restaurante cierra, compran los ingredientes de la semana y recuperan el aliento.
Por ahora, la pareja espera la vacuna, perfecciona su funcionamiento y saluda a cada cliente que entra por su puerta. Esperan mantener su sustento en su barrio, mucho más allá del fin de la pandemia.
“Invertimos muchos de nuestros ahorros en este restaurante. Hemos enfrentado muchas dificultades en el camino. La construcción, la pandemia”, dijo Nguyễn. “Pero mi visión es que me esforzaré por mantener mi restaurante y mis platillos disponibles para la comunidad vietnamita”.
Phở Loan, ubicado en 1114 W. Argyle St. está abierto todos los días de 9 a.m. a 9 p.m., con excepción de los jueves. Encuentra el menú y el pedido en línea en su sitio web, o a través de la mayoría de las plataformas de pedidos en línea.
1114 W. Argyle St
Joe Ward contribuyó a este reportaje.
Este artículo forma parte de la serie sobre cómo es que los inmigrantes que son dueños de negocios y los trabajadores de la concurrida escena restaurantera en Uptown, le han hecho frente a la pandemia de COVID-19. Fue producido en colaboración con CatchLight Local y el Instituto de Noticias Sin Fines de Lucro.
Este artículo, publicado originalmente en inglés por Block Club Chicago, está traducido por Gisela Orozco gracias al proyecto “Traduciendo las noticias de Chicago”, del Instituto de Noticias Sin Fines de Lucro (INN).