
A medida que el proyecto de ley del presidente Trump se dispone a recortar los beneficios de SNAP y Medicaid, las despensas de alimentos locales se preparan para un aumento de necesidad.
Las 12 horas diarias de Rebekah Mahon están llenas de preocupacion.
Como madre soltera que trabaja como asistente personal con el Services Employees International Union (SEIU), Mahon lidia con la responsabilidad de cuidar de su hija, organizar su horario de trabajo y su salud mental.
Pero desde que perdio su Supplemental Nutritional Assistance Program (SNAP), una iniciativa federal que ayuda a las familias de bajos ingresos a comprar alimentos, la vida se ha vuelto aún más difícil.
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Perdió sus beneficios de SNAP tras sobrepasar el límite de ingresos.
"Ahora cuento cada dólar constantemente", dice Mahon. "Es agotador".
Ahora, se enfrenta a la decisión difícil de elegir entre comprar alimentos, obtener asistencia de atención médica o servicios esenciales para su salud mental.
Adaptarse a la vida sin ayuda federal ha sido difícil, y reconoce que es lo que millones de personas enfretarán cuando tomen efecto los recortes de SNAP y Medicaid en los próximos años.
El proyecto de ley One Big Beautiful Bill (OBBB) del presidente Donald Trump, que entro en vigor el 4 de julio, asigna más fondos a Immigration and Customs Enforcement (ICE), mientras recorta la financiación de asistencia fundamental para familias de bajos ingresos, como SNAP y Medicaid. La ley controversial ha transmitido gran preocupación, y algunos expertos afirman que los recortes amenazan con profundizar las desigualdades de salud e ingresos.

Lindsay Allen, investigadora de políticas de salud y de Medicaid en la Universidad Northwestern, señaló que se espera que los inmigrantes sean los más afectados por los cambios. También dijo que el proyecto de ley recorta la atención de emergencia de Medicaid para los inmigrantes, lo que supone una presión adicional sobre los presupuestos estatales y aumenta los costos para los gobiernos locales.
A pesar de la resistencia, la administración Trump argumenta que las medidas puestas en marcha por la nueva ley fortalecerán la economía y mejorarán el acceso a la atención médica en las zonas rurales. En un memo, La Casa Blanca afirma que el OBBB va a:
- reducir el Medicaid federal en casi $1 billón durante la próxima década;
- aumentar el crédito fiscal por hijos;
- recortar $1,5 billones en gasto público;
- aplicar deducciones fiscales;
- retirar los beneficios de Medicaid a los no ciudadanos; y
- proporcionar $50 mil millones en financiación a los estados a través del Rural Health Transformation Program.
Según Allen, las normas de Medicaid crean nuevas barreras a la elegibilidad de recibir Medicaid para quienes ya están inscritos, lo que puede dificultar el acceso a los servicios de atención médica. Advirtió de que los inmigrantes que ya se enfrentan a barreras lingüísticas se verán expulsados por completo del sistema, abrumados por los trámites adicional para volver a presentar su solicitud para recibir beneficios de Medicaid y SNAP.
"Esto afectará a quienes tienen varios empleos o cuidan de otras personas, y a quienes se enfrentan a problemas de salud", dijo Allen.
Un análisis del Kaiser Family Foundation muestra que los nuevos requisitos de elegibilidad de Medicaid podrían llevar a 2,2 millones de personas a perder cobertura en todo el país, con el mayor impacto en los cuidadores y los trabajadores a tiempo parcial que no reciben beneficios.
Se proyecta que la ley redujera el presupuesto de Medicaid federal por casi $1 billón durante la próxima década, lo que podría afectar significativamente a estados como Illinois, donde la ampliación de Medicaid ha mejorado el acceso a la atención médica, según expertos de el Kaiser Family Foundation.
Casi 30% de los residentes en Illinois, o 3,4 millones de personas,dependen de Medicaid para su cobertura de salud. La investigación demuestra que muchos habitantes de Illinois, en particular los que están acogidos a la ley del Affordable Care Act (ACA), podrían perder su cobertura debido a los nuevos requisitos laborales.
Antes de la aprobación del proyecto de ley, el gobernador J.B. Pritzker y otros opositores urgieron al Congreso a rechazar sus recortes a SNAP y Medicaid.
"No podemos permitir que estos recortes perjudiquen a los más vulnerables de nuestro Estado", dijo Pritzker en un comunicado a principios de este año. "Debemos seguir luchando por los recursos que nuestras comunidades necesitan para prosperar y garantizar que nadie se quede atrás".
Mientras tanto, las organizaciones locales ya se están preparando para el impacto, luchando para satisfacer el aumento de la demanda y llenar los vacíos de alimentos antes que los recortes de SNAP entren en efecto en 2026.
Steve Wiley, gerente del Pilsen Food Pantry, ha observado un aumento de visitantes desde principios de año, una tendencia que espera que continúe.
"Muchas familias dependen de esa pequeña ayuda de SNAP sólo para salir adelante", dijo Wiley. "Sin ella, se espera que veamos a más familias acudir en busca de asistencia alimentaria porque simplemente no tendrán suficiente para llegar a fin de mes".

La despensa atiende a 35.000 familias al año y está solicitando donaciones a los proveedores locales para hacer frente al aumento de la demanda. Los recortes al Department of Agriculture’s Emergency Food Assistance Program (TFAP)de los Estados Unidos ya han afectado a las entregas de alimentos, dejando a las despensas locales de los suburbios de Oak Park con escasez de productos esenciales como lácteos, carnes y alimentos básicos como el arroz y el aceite de cocina, de acuerdo con The Wednesday Journal.
Las organizaciones locales también están pidiendo a los legisladores que tomen medidas inmediatas, abogando por más fondos para programas de asistencia alimentaria y atención sanitaria.
En el Pilsen Food Pantry, Wiley se ha hecho oír sobre la necesidad de cambios políticos para proteger la asistencia alimentaria y los servicios sanitarios, y ha hablado en nombre de las familias trabajadoras que se verán afectadas por los recortes.
"La gente tiene que alzar la voz", dijo Wiley. "Cuantas más cartas y llamadas reciban los legisladores, más probabilidades habrá de que se produzca un cambio".
Mahon comprende algunas de las dificultades que le esperan.

"Muchas familias dependen de esa pequeña ayuda de SNAP para llegar a fin de mes", dijo.
Aun así, Mahon afirmó que el esfuerzo colectivo de los bancos de alimentos y los grupos de defensa de la salud son esenciales para promover protecciones más sólidas y evitar cargas mayores.
Lucy Baptiste es pasante para Borderless. Puede ponerse en contacto con ella en [email protected].

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