Ir al contenido principal

Tras décadas de desinversión, líderes negros y latinos quieren una 'transformación profunda' en medio de la crisis migratoria

Aunque las tensiones han estallado a lo largo de la crisis humanitaria, los líderes negros y latinos ven una oportunidad para unirse y abogar por el sur y oeste de Chicago.

Max Herman/Borderless Magazine
El reverendo Kenneth Phelps ha ayudado a recibir a migrantes en la Concord Missionary Baptist Church de Woodlawn realizando clases de inglés como segundo idioma, misas bilingües y otros esfuerzos.

Aunque las tensiones han estallado a lo largo de la crisis humanitaria, los líderes negros y latinos ven una oportunidad para unirse y abogar por el sur y oeste de Chicago.

La simple mención de los migrantes encendió una reunión municipal organizada por el congresista Jonathan Jackson (D-IL) realizada durante el otoño en el South Shore Cultural Center. Los murmullos agitados llenaron una sala abarrotada mientras los residentes se turnaban para expresar una amplia variedad de frustraciones acaloradas: Entre ellas, la percepción de que se está pasando por alto a la comunidad negra en favor de la asistencia a los no ciudadanos; la sensación de que los migrantes negros no están recibiendo tanta ayuda como los migrantes de otros grupos étnicos; y la sospecha de que una alfombra de bienvenida ahora conducirá a la disolución del poder político negro en el futuro. 

El ambiente de amargura reflejaba el de muchas otras comunidades negras y latinas de la ciudad.

Si fomentar la división política entre las comunidades negra y latina era uno de los objetivos del gobernador de Texas Greg Abbott, en su caótico esfuerzo de un mes de trasladar a los migrantes solicitantes de asilo a ciudades santuario como Chicago, está funcionando.

¿Quieres recibir historias como esta cada semana?

Suscríbete a nuestro boletín gratuito.

"Desgraciadamente, los negros y los latinos están mordiendo el anzuelo", afirmó el reverendo Kenneth Phelps, pastor de la Concord Missionary Baptist Church de Woodlawn. "No es sólo un pleito; lo estamos viendo ante nuestros propios ojos. Las tensiones son reales".

Cuando la Municipalidad convirtió la antigua escuela primaria Wadsworth en un centro de inmigrantes refugio  — en lugar de un centro de formación laboral — sin contar con la opinión de la comunidad, causó molestia. Los miembros de la comunidad volvieron a sentirse ignorados y menospreciados cuando las empresas y organizaciones locales no tuvieron la oportunidad de presentar ofertas para los contratos vinculados a la respuesta.

"Nosotros también estábamos un poco enfadados con la forma en que la Municipalidad estaba manejando las cosas", según Phelps, que reconoce la complejidad de todo. "Pero para nosotros, [los migrantes] estaban indefensos. Tenían hambre, sufrían y eran humanos. Así que decidimos tomar otro rumbo, en lugar de protestar por su presencia, decidimos recibirlos y nos acercamos a la Municipalidad y dijimos: '¿Cómo podemos ayudar?'".

Los residentes en comunidades históricamente escasas de recursos han sido testigos de cómo el poder del gobierno local, estatal y federal ha respondido decisivamente a la emergencia provocada por la llegada de migrantes solicitantes de asilo. Más de 39,000 migrantesprocedentes en su mayoría de Venezuela, han sido transportados desde los estados del sur en autobuses y aviones desde el 31 de agosto de 2022. Muchos no tienen papeles, ni casa, ni trabajo: sólo la peligrosa vulnerabilidad de tener la vida en el limbo.  Desde 2022, la Municipalidad de Chicago ha gastado más de $300 millones destinados para establecer refugios de emergencia y proveer otros refugios.

En las comunidades negras y latinas de toda la ciudad, las tensiones han aumentado en respuesta a estos esfuerzos por aprovechar los recursos disponibles, en particular los fondos federales del Plan de Rescate Estadounidense asignados en 2021 para hacer frente a las secuelas económicas de la pandemia de coronavirus. En los públicos, redes sociales y espacios privados, cuando los residentes comparan la asistencia prestada a los solicitantes de asilo con las peticiones de inversión comunitaria formuladas durante años, están seguros de una cosa: quieren que sus vidas también sean consideradas como una emergencia. 

Estas emergencias incluyen desde la inseguridad alimentaria y las brechas en la esperanza de vida vinculadas a la segregación racial y étnica hasta el acceso a alquileres asequibles y la equidad en las hipotecas para viviendas. 

Varios datos lo confirman: 

  • Un tercio de las familias negras y latinas con niños que viven en la zona metropolitana de Chicago sufren inseguridad alimentaria y hambre, el doble que las familias blancas, según el Greater Chicago Food Depository.
  • Chicago tiene la mayor brecha en esperanza de vida, 30.1 años, vinculada a la segregación racial y étnica, según un informe de 2019 de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York.
  • La pandemia dejó huella: La esperanza de vida de los negros disminuyó por debajo de los 70 años por primera vez en décadas, según un informe de 2022 de la Municipalidad de Chicago.
  • Los residentes latinos experimentaron un siete años menos de esperanza de vida desde 2012.
  • Por primera vez en décadas, la esperanza de vida de los residentes negros de Chicago disminuyó a menos de los 70 años. 

La pandemia de coronavirus destacó la falta de inversión en la comunidad y antes que los líderes tuvieran tiempo de resolver esas deficiencias, la crisis migratoria llegó a Chicago. Luego de ver la rapidez y la atención aplicadas a la crisis migratoria, muchos residentes de zonas con pocos recursos exigen acción y atención como nunca. 

"Es inhumano no querer tener compasión", dijo Leslé Honoré, directora de Urban Gateways, organización de educación artística juvenil y copresidenta de Elevated Chicago, que promueve el desarrollo equitativo en relación al transporte público. "Pero exige que seamos reflexivos y comprendamos a quién pedimos compasión y cuál es su capacidad para darla; es una conversación que debemos seguir explorando. Me gustaría que la gente viera que toda nuestra opresión proviene del mismo lugar y que el poder hace la fuerza".

Durante un periodo de comentarios públicos en una reunión reciente del Comité de Derechos de Inmigrantes y Refugiados del Ayuntamiento de Chicago, el residente Anthony Hutt pidió a las autoridades municipales que "experimenten una profunda transformación" que reconozca la dignidad de todas las personas, sin importar su origen.

"No debemos seguir ignorando los gritos de quienes están injustamente marginados y privados de derechos", afirmó. "Debemos esforzarnos por crear una ciudad en la que todas las personas tengan acceso a una educación de calidad, una vivienda asequible y a un empleo significativo".

No todos los sentimientos sobre la crisis han sido buenos. Algunas de las opiniones negativas sobre los migrantes y la legalidad de su estancia se basan en información errónea, como el alcance de la ayuda que reciben. Pero en medio de los rumores falsos hay una verdad que sienten algunas personas que nunca han recibido ayuda, así que ¿por qué esta gente está recibiendo tanta?, según Juliet de Jesús Alejandre, directora ejecutiva de Palenque LSNA. 

Juliet de Jesús Alejandre es la Directora Ejecutiva de Palenque LSNA, organización comunitaria donde las personas pueden recibir ayuda para renovar su visa de residente, su permiso de DACA, solicitar la ciudadanía, entre otros servicios.Max Herman/Borderless Magazine

También hay verdades que duelen, como el hecho de que muchos solicitantes de asilo están recibiendo ayuda para conseguir permisos de trabajo cuando los residentes indocumentados llevan mucho tiempo esperando esta oportunidad.

"La verdad es que algunas personas [están] obteniendo permisos de trabajo", dijo De Jesús Alejandre. "Y para muchas de nuestras líderes, muchas de ellas mujeres mexicanas que llevan aquí de 20 a 30 años siendo indocumentadas, que es doloroso pensar: "Maldita sea, ¿van a conseguir un permiso de trabajo?'. No es la ciudadanía; no es por lo que han estado allí, pero es un paso más cerca de [poder] vivir de forma más sostenible, con cierta estabilidad y tranquilidad".

De Jesús Alejandre también añadió: "Vamos a romper algunos mitos. ¿Qué recibe realmente la gente? Porque no reciben $7,000 ni vehículos nuevos", como le contó una vez un conductor de Uber. 

Lección aprendida: 'No se puede dejar de organizarse'

Sylvia Puente, presidenta y consejera delegada del Latino Policy Forum, reconoció la tensión existente entre las comunidades negra y latina sobre este tema y la tensión emergente entre los residentes indocumentados de muchos años y los nuevos migrantes. Pero esta crisis también ha presentado una oportunidad para que los líderes negros y latinos hagan un frente unido en defensa de las necesidades de sus respectivas comunidades.

En particular, Chicago siempre ha sido un destino favorable a los migrantes, según Jaime Domínguez, profesor asociado de Ciencias Políticas de la Universidad Northwestern. A diferencia de otras ciudades, los migrantes no han sido tan radicalizados o demonizados como en otros lugares que no tienen esa larga historia de migrantes siendo parte del aparato de gobierno, como Los Ángeles o Nueva York.

En la década de 1980, las comunidades negra y latina se unieron en torno a las cuestiones de representación, según Domínguez. A pesar del crecimiento de la población latina, en 1980 no tenían ningún representante en ningún nivel del gobierno municipal.

"En realidad fue la elección de Harold Washington en 1983 y 1987 lo que realmente obligó a las comunidades a unirse", dijo Domínguez.

La comprensión que el esfuerzo colectivo puede dar resultados o, al menos, hacer que las comunidades sean escuchadas por los funcionarios electos, puede ser la última lección de esta crisis, según varios líderes comunitarios. 

En temas como la vivienda, la atención a la salud mental y la inseguridad alimentaria, la crisis ha creado "una respuesta más proactiva" a estos problemas, dijo Puente. Señaló el esfuerzo de la Municipalidad de Chicago por integrar los servicios de atención a migrantes y de vivienda, y por revisar la financiación por incremento de impuestos (TIF) y en su lugar más de mil millones de dólares para invertir en vivienda asequible y otros proyectos.

A los líderes comunitarios no se les escapa la desigualdad que representa ampliar los permisos de trabajo a los migrantes recién llegados, pero no a los residentes indocumentados que siguen colaborando como voluntarios con organizaciones como The Resurrection Project para ayudar a los migrantes. 

"Ese es otro aspecto por el que estamos tratando de avanzar", dijo Puente, quien afirmó que los líderes de la comunidad latina están pidiendo al alcalde, al gobierno y a la administración del Presidente Joe Biden que hagan algo más que hacer frente a los problemas de los migrantes a corto plazo, sino que ofrezcan soluciones para los de largo plazo.

En el centro de este frente unido está la organización comunitaria, dijo De Jesús Alejandre, quien señaló que no basta con reunir a los votantes para que elijan a un alcalde progresista como Brandon Johnson y luego dejar en sus manos la aplicación de políticas que den equidad a las comunidades marginadas. 

"No se puede dejar de organizarse", dijo.

"En la comunidad y en los espacios del movimiento, y con nuestras relaciones con un alcalde y todas sus afiliaciones, intentamos averiguar cómo podemos seguir no sólo cogobernando... cuando incluso puede resultar muy incómodo. Nuestro trabajo es ser organizadores y seguir diciendo: 'Pero, ¿y qué? ¿Y cómo? ¿Cómo lo hacemos?'".

La equidad es el único bando que hay que tomar

Los esfuerzos comunitarios y la organización de base demuestran lo que ocurre cuando las instituciones se centran en quién necesita más ayuda. El clamor público por la gestión de la crisis migratoria exige que los funcionarios electos tengan la misma intención de dar prioridad a los residentes que han estado esperando a que se atiendan sus necesidades de forma integral.

"Esa es la esencia de la equidad", afirmó Honoré. "Cuando se trata de la comunidad, no nos importa de dónde proceden los fondos. Sólo queremos saber de dónde proceden y cómo se utilizan. ¿Y se utiliza realmente para servir a la comunidad? ¿Se utiliza de forma equitativa? ¿No lo reciben primero quienes más lo necesitan?".

En la Concord Missionary Baptist Church, la congregación de Phelps elimina la tensión asegurándose de que tanto los miembros de la comunidad como los migrantes reciben la ayuda que necesitan.

En el Home Away From Home Center de la iglesia, ésta escuchó las necesidades de las personas que huían de los efectos de la guerra, la violencia, la persecución y los disturbios políticos y de la comunidad en general para ofrecer servicios que ayuden a ambos grupos. Esto incluye clases de inglés como segundo idioma (ESL, por sus siglas en inglés), asesoramiento jurídico y ayuda para encontrar trabajo. Los lunes y miércoles por la noche, cualquier persona puede asistir a clases de ESL y obtener el GED en colaboración con el Kennedy-King College. La iglesia también ofrece servicios religiosos bilingües en inglés y español. 

Reggie Simmons revisa la hoja de trabajo de Javier Ramírez durante una clase de ESL para migrantes en la Iglesia Bautista Concord en Woodlawn el 18 de marzo de 2024. Las clases de ESL se imparten en la iglesia desde agosto de 2023.Max Herman/Borderless Magazine

"He sido pastor aquí durante 29 años, así que he estado con la comunidad afroamericana. Y este es el trato: todavía estoy con la comunidad afroamericana", dijo Phelps. "Nos negamos a tomar partido porque creemos que se trata de una crisis humanitaria. Es una oportunidad para ayudar no sólo a los migrantes, sino una oportunidad increíble para ayudar a las comunidades negras y latinas que estaban desatendidas, porque hemos demostrado que podemos hacerlo".

Corrección 30/4/24: En una versión anterior de este artículo se escribió incorrectamente el nombre de Leslé Honoré. Su nombre se escribe Leslé, no Leslie.

Este artículo forma parte del proyecto Migrant Crisis Reporting Project, posible gracias a una subvención de Healing Illinois, una iniciativa del Departamento de Servicios Humanos de Illinois y la Field Foundation of Illinois que pretende impulsar la curación racial mediante la narración de historias y la colaboración comunitaria.

El proyecto responde a la actual crisis migratoria, en la que más de 39,000 migrantes han sido trasladados en autobús o avión a Chicago desde agosto de 2022.

Gestionado por Public Narrative, este proyecto recurrió a dos medios de comunicación locales para realizar una cobertura informativa impactante sobre las disparidades y tensiones dentro y entre las comunidades diversas de Chicago, manteniendo al mismo tiempo la independencia editorial.

Total
0
Compartir