
Funcionarios de la ciudad y refugiados se reunieron en Daley Plaza para el Día Mundial del Refugiado para hacer frente a las políticas de inmigración de Trump.
Samar Mesleh huyó de su país natal, Jordania en 2017. Esta madre soltera sentía la responsabilidad de crear una nueva vida para ella y sus tres hijos.
"Llegamos a Estados Unidos sin nada más que esperanza y los unos con los otros", dijo. "Llevo no sólo mi vida, sino el peso de tres corazones que dependen de mí".
La historia de Mesleh fue la base del Día Mundial de los Refugiados de este año, reflejando la realidad personal que vivan los refugiados que huyen de sus hogares. Comenzar de nuevo en un país distinto no es solo cuestión de papeleo o políticas; es un proceso de reconstruir la vida cotidiana desde los cimientos.
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Desde 2002, Chicago ha celebrado el Día Mundial del Refugiado con presentaciones, talleres y celebraciones comunitarias. Sin embargo, el evento de este ańo transmitió un mensaje diferente: una llamada a la acción frente a los cambios en la política de inmigración.
"Este año nos alzamos como una voz unida", afirmó Emily Parker, directora de RefugeeOne. "Los líderes y las organizaciones de refugiados se están uniendo para hacer frente a las políticas que están perjudicando a las mismas comunidades a las que servimos y de las que procedemos".
Desde su regresó al cargo, el presidente Donald Trump ha emitido una serie de órdenes ejecutivas que afectan a la política de inmigración y refugiados, incluida la:
- Suspensión del Programa de Admisión de Refugiados de Estados Unidos (USRAP);
- Finalización de los programas de libertad condicional humanitaria;
- Ampliación de la prohibición de viajar;
- Ampliación de la expulsión acelerada; y
- Aumento de la militarización y vigilancia de las fronteras.
La voz de Samar transmitió el peso de las políticas cambiantes cuando se dirigió a la multitud. Aunque no mencionó leyes concretas, sus palabras reflejaron la incertidumbre y la responsabilidad que pesan sobre muchos refugiados.

Samar agradeció a organizaciones comunitarias como REACH, una organización local sin fines de lucro que apoya a los jóvenes refugiados mediante programas educativos y de enriquecimiento, por ayudar a sus hijos a recuperar un sentido de estabilidad y darles esperanza durante un momento de profunda incertidumbre.
"REACH dio a mis hijos un espacio donde se sintieron seguros y vistos", dijo Samar. "Me recordó que no estamos solos".
A pesar de perder contratos federales para nuevas llegadas tras las órdenes ejecutivas de Trump de 2025, RefugeeOne sigue siendo una de las mayores agencias de reasentamiento de refugiados de Chicago.
Actualmente, el grupo sigue atendiendo a personas y familias de la ciudad prestándoles una serie de servicios como gestión de casos, programas para jóvenes, terapia, asesoramiento y servicios de inmigración.
"Seguimos aquí", afirma Emily Parker, responsable de refugeeOne. "Aunque las llegadas se hayan ralentizado, nuestras comunidades no han desaparecido y tampoco nuestro apoyo".
Aunque el ritmo de llegada de nuevos refugiados ha disminuido, RefugeeOne sigue adaptándose, defendiendo y prestando servicios vitales a los que ya están aquí.
Durante el acto, los líderes de Chicago enviaron un firme mensaje de apoyo.
"Mientras yo sea alcalde, no sucumbiremos a la división y al odio", dijo el alcalde Brandon Johnson. "Chicago seguirá siendo una ciudad acogedora para todos".
La diputada Delia Ramírez se hizo eco de ese compromiso.
"Los refugiados no van a ninguna parte", afirmó. "El éxito de este país se debe a su diversidad, equidad e inclusión. Los refugiados formamos parte de esa historia y estamos aquí para quedarnos".

Para Samar, reconstruir su vida en Estados Unidos ha implicado que encontrar seguridad. Ha sido un proceso de aprender un nuevo idioma, navegar por sistemas desconocidos y ayudar a sus hijos a sentirse como en casa en un mundo que antes les parecía extraño.
"Dejamos atrás todo, incluso nuestra identidad", dijo.
Pero el apoyo que su familia encontró en los grupos comunitarios les brindó la oportunidad de crecer, conectarse y curarse.
"No hay nada más poderoso, como madre, que ver a tus hijos sentirse seguros de nuevo", dijo Samar. "Reconstruir una vida requiere más que papeleo, requiere compasión y requiere comunidad".
Lucy Baptiste es pasante de redacción para Borderless. Puede ponerse en contacto con ella en [email protected].

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